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Cómo cuidar nuestra salud mental como madres




Como madres, amas de casa y educadoras nuestro trabajo de cada día está lleno de muchos retos. Muchas de nosotras además, tenemos negocios propios o trabajamos para una empresa, estamos activas en la iglesia, llevamos y traemos a nuestros niños a sus actividades fuera de casa y tal vez, ayudamos a cuidar a algún familiar enfermo. Todo eso nos puede abrumar y nos podemos sentir estresadas, ansiosas y que no podemos más con la carga. Tal vez tengamos algunos síntomas que puedan ser catalogados como depresión. 


Conversamos con algunas madres que educan en el hogar y que han experimentado situaciones complicadas que pueden llegar a comprometer su salud mental y emocional y mencionaré algunos de sus consejos. Una de las madres pertenecientes al grupo de apoyo de Mamá Educa, comentó que a ella le pasó hace unos años pero no lo quería aceptar. "Creo que hay que normalizar el ir a terapia y no verlo como un tabú. Ver este tema de salud mental como cuando te duele una muela, un brazo o una pierna. Pues la tristeza y emociones también, [se debe] buscar ayuda antes de que agrave", dijo la mamá de una niña, que prefirió no decir su nombre. 


Jessmarie Concepción, por su parte, también mamá de una niña, mencionó que también tuvo sentimientos de ser la peor madre del mundo y lloraba mucho. "Me parece que la ayuda se debe brindar todo el momento del embarazo, pero más en los últimos meses". 


Por otro lado, Belén Cruz, mamá educadora que reside en Lima, Perú destacó que "a veces las madres no dormimos bien, los problemas los callamos, el estrés, problemas en el matrimonio, e incluso a veces nos toca una personalidad más sensible". "A mí también me ha ayudado comprender qué naturaleza neurológica y física me ha tocado, enfocarme en el agradecimiento y hablar lo que siento".


Belén añadió que su fe le ayuda muchísimo, los Sacramentos, rezar el rosario, visitar el Santísimo y pedirle ayuda al Espíritu Santo.


Por su parte, Isabel García, de Ponce, también mamá de nuestra comunidad, dijo que conversa con su esposo siempre al final del día para contarle cómo le fue. "Dios me iluminó que tengo al lado a mi esposo y me ha ayudado grandemente a sacar lo que me pasa en el día y a recargar energías para el día siguiente". Su fe también ha sido baluarte para salvaguardar su salud mental y emocional, pues tiene cuatro hijos y uno en camino. "Definitivamente, Dios ha sido mi auxilio", comentó la educadora en el hogar. 


Por mi parte, me gustaría mencionar algunas actividades que me ayudan a cuidar mi salud mental y emocional: hacer ejercicios, comer saludable y tomar mucha agua, orar durante todo el día, leer, tomarme mi cafecito tranquila (siempre que pueda), cantar y escuchar música.



¿Qué otro consejo añadirías a esta lista? Déjalo en los comentarios.

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