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¿Para qué educas?




Como madres educadoras en el hogar una de las preocupaciones que nos asedian es si nuestros hijos están al nivel educativo que deberían estar. Que si lee bien, las matemáticas, la comprensión lectora, tantas otras materias que queremos que ellos aprendan y dominen. Tenemos una presión alrededor, ya sea por familiares, la sociedad o nosotras mismas que nos llevan a preguntarnos si lo estamos haciendo bien o si los niños estarán rezagados; en otras palabras, atrasados según los estándares educativos. 


Entonces hacemos todo lo posible para asistirlos y puedan alcanzar las metas

educativas, aprendan a leer, las tablas de multiplicar, la tabla periódica, los repasos del SAT. Invertimos nuestro conocimiento, sueño, tiempo, dinero, todo lo que esté a nuestro alcance con tal de que ellos puedan tener la mejor educación que les podamos ofrecer.  


Ahora, ese mismo esfuerzo, ¿lo estaremos haciendo en la transmisión de la fe? ¿Pierdo el sueño igual? ¿Me estoy preocupando de igual manera que mis hijos tengan un entendimiento de Dios? ¿Les estoy hablando de las maravillas que Dios ha hecho en la historia, en mi historia? 

Debemos dejarles saber que todos los días son una oportunidad de conversión y que “es posible ser santo incluso con tus defectos”. También hablarles sobre el valor de la familia, el respeto a los padres, la fraternidad entre los hermanos, el cuidar de nuestros abuelos. Conversemos con ellos acerca de la importancia y el peso de las palabras, de que con un permiso, perdón, por favor y gracias, puedes hacer una gran diferencia. Que también habrá momentos de dudas, momentos de rebeldía también, pero que “estaré aquí para acompañarte; la Iglesia también está allí para acompañarte”. 


Dice un Midrash* judío: Los enemigos de Israel fueron a consultar a un sabio y le preguntaron:

-¿Cuándo conviene que ataquemos a los hebreos para poder destruirlos?

El sabio respondió:

-Ataquen a los hebreos cuando hayan olvidado la Palabra de Dios; pues la Palabra, dada en el Sinaí a Moisés, es la más poderosa de sus armas.

-¿Y cómo podemos saber cuál es ese momento? -preguntaron al sabio.

-Envíen espías dondequiera que haya familias hebreas. Mientras dentro de las casas haya voces de niños que escuchen la Palabra de Dios, enseñada por sus padres, no se atrevan a atacar a Israel, pues son indestructibles.


Este Midrash sobre la transmisión de la fe nos invita a ser perseverantes en la oración en familia, como verdadera Iglesia doméstica. Nuestra meta como padres no debe ser solamente que se preparen académicamente y vayan a las mejores universidades, sino que anhelen el cielo. 


*Midrash es un método usado por los rabinos para explicar historias bíblicas facilitando el entendimiento de los relatos de la antigua alianza. Al hablar de la acción divina, se hace presente y manifiesta el amor de Dios por el hombre. Yocelina es una de las creadoras de Ava Homeschool en Instagram.

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